Interrumpo mi exilio dorado con dos posts sin videos.
Hace casi tres semanas llegué a México. La alegría de estar en mi tierra se vio empañada por una novedad familiar: Rubén, mi querido tío Güero, había muerto unos días antes. Mi mamá, sabiendo que yo vivía con la tristeza a cuestas, prefirió esperar mi llegada para darme la noticia.
Pensar en el tío Güero es pensar en risas, chistes y alegrías, en alguien que siempre estuvo dispuesto a ayudar y, sobre todo, a robarte carcajadas. Come años, bajito y delgado, Rubén fue un librero muy respetado en nuestro país, que coleccionó y preservó miles de libros que hablan de lo nuestro.
Desde mi llegada, quise dedicarle un post, pero al no encontrar videos de Tres Generaciones --programa que siempre me remite a él, pues llamaba a una tía con el mote de "Hüichita Montejo" y a la hija de ésta con el de "Nena Angélica María"-- tuve que posponer su publicación.
Hoy he decidido que no se necesitan videos para rendirle homenaje al Güero y su alma de niño. Descansa en paz, tío. Eso sí, no hagas reir mucho a los ángeles; bueno, mejor sí. Te extrañaremos.
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1 comentario:
Siempre es dificil enterarse de algo asi, espero que tu y tu familia encuentren consuelo pronto.
Descanse en paz tu tio.
PD. espero que disfrutes mucho tu visita a chilangolandia!!!
Saludos
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