Era la noche colonial de sexto de Primaria y todas éramos una vil copia de Ilse en el video de Bazar: mallas y blusones color pastel combinados con tenis blancos; el cabello esponjado con su rigoroso copete de 10 centímetros y los aretes enormes.
Yo me moría por comer una hamburguesa, pero era viernes de cuaresma y mi mamá me lo había prohibido: era tan buena niña que no me atreví a contradecirla. En el escenario, las estudiantinas cantaban lo de siempre, con Rodolfo Arias de eterno director de orquesta. Yo me aburría hasta que llegó Ana María.
- Vamos a jugar coleadas- retó sin más.
En poco tiempo, éramos más de diez tomados de la mano, correteando entre la gente que, a nuestro paso, intentaba mantener en equilibrio elotes y coca colas. Alguien se ha de haber quejado porque el señor Herrera llegó a regañarnos. Así que se me acabó la diversión justo cuando la estudiantina del CUM cantaba la de Vive de Napoleón.
Rodolfo, el hombre más guapo que había visto en mis 12 añitos, tocaba la guitarra. Era perfecto: alto, cabellos castaños y nariz de patata. Sencillamente se me caía la baba y él ni sabía que existía.
Esa noche tomé la primera decisión arriesgada de mi vida: me armé de valor y me acerqué a Rodolfo para preguntarle la hora. El sonrió chueco, vio su reloj metálico que combinaba tan bien con sus manos grandes y soltó un "siete y cuarto" que fue suficiente para que el resto de la noche deambulara por el pequeño patio de la escuela montada en una nube.
Subida en mi nube llegué al registro civil, un tipo, cuyo nombre no recuerdo, me pidió que me casara con él. Acepté. A los cinco minutos, mi neoesposo había desaparecido. No me importó. Una ráfaga de preadolescentes pasó rozándome. Ana María había reiniciado con las coleadas. Me uní a ellos. En el escenario, otra estudiantina cantaba Vive.
El video de Napoleón es del OTI 76. Muchos de ustedes ni habían nacido, otros ni nos acordamos.
Te conocí en un Bazar
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1 comentario:
WOW!!!!! Eso del atuendo de Flans, era de ley!! jajajajaa
Que inocentes y sencillas eramos, pues con algo tan simple como la hora, podiamos volar tranquilamente por la quinta nube, jajajaja.
Iba yo en primero de secundaria y un niño para mi perfecto en aquel entonces, me fue a saludar para preguntarme si habia visto a su hermano. Con eso fue suficiente para sentirme flotar desde ese momento hasta que llegue a mi casa jajaajajaja.
Saludos
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