sábado, 12 de enero de 2008

Más confesiones telenoveleras o como se puede caer tan bajo: Valeria y Maximiliano

Y la decadencia del blog continúa:

Sí, es mi telenovela favorita, ¿y qué?. Sí, es una copia chafísima de Lo que el Viento se llevó, ¿y qué?. Sí, es mi mayor guilty pleasure televisivo, ¿y qué? (todos tenemos placeres culposos, ¿o no?). Lo siento, pero Valeria y Maximiliano me fascina, no por la historia, no por la producción (plagada de errores), no por las actuaciones (unas bueníiisimas, otras péeeesimas), sino por los diálogos entre los protagonistas: divertidos, irónicos, cínicos y cien por ciento disfrutables. De antología, al igual que las caras que ponían Ferrara y la Calderón en medio de sus discursos.

Además, la novela trató por primera vez un tema prohibidísimo en esas épocas como el SIDA, manejó de una forma bastante interesante un caso de violación y se alejó del estereotipo de la protagonista sufrida, llorona y pobre que tanto odio.

Otro plus fue el papel de la hermana maldita, interpretada por la mismísima ex del subcomediante Marcos Ana Colchero. Eran un agasajo las peleas repletas de indirectas entre Susanita Colchero y Valerita Calderón.

Por cierto, creo que este es el mejor papel y actuación de la hoy cornuda, decadente y metida en el escándalo señora Calderón: simplemente adorable y odiable a la vez.

Por supuesto que el refrito, por lo que ví en youtube, fue más que nefasto y mal, pero muuuuy mal actuado; con una Jaqueline Bracamontes masacrando al gran personaje de Valeria Landero y demostrando que para ser actriz le falta muuchooo, pero muucho aún. Lástima, Jaqui, pero sigue intentándolo y algún día lo conseguirás.

No hay comentarios: